Ejecutivos y liderazgo: cómo formarse para ser un buen líder

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El liderazgo es una competencia clave para los ejecutivos, que tienen la responsabilidad de dirigir, motivar e inspirar a sus equipos de trabajo, así como de tomar decisiones estratégicas para el éxito de la organización. Sin embargo, ser un buen líder no es algo que se consiga de la noche a la mañana, sino que requiere de una formación continua y de un desarrollo personal y profesional.

¿Qué beneficios tiene la formación en liderazgo para los ejecutivos? ¿Qué habilidades y conocimientos se deben adquirir para ser un líder efectivo? ¿Qué tipos de formación existen y cómo elegir la más adecuada? En este artículo te damos algunas claves para responder a estas preguntas y para ayudarte a formarte para ser un buen líder.

Contenido

Beneficios de la formación en liderazgo para los ejecutivos

La formación en liderazgo para los ejecutivos tiene múltiples beneficios, tanto a nivel individual como colectivo. Algunos de ellos son:

  • Mejora el autoconocimiento. La formación en liderazgo permite a los ejecutivos conocer mejor sus fortalezas, debilidades, valores, creencias, motivaciones y emociones, lo que les ayuda a tener una mayor confianza en sí mismos, a reconocer y gestionar sus áreas de mejora, y a alinear su comportamiento con su propósito y sus objetivos.
  • Potencia el liderazgo. La formación en liderazgo ayuda a los ejecutivos a desarrollar su estilo de liderazgo, adaptándolo a las necesidades y expectativas de su equipo y de su organización. También les ayuda a mejorar sus habilidades de comunicación, delegación, feedback, gestión de conflictos, toma de decisiones y resolución de problemas. Así, pueden lograr una mayor influencia, credibilidad y autoridad como líderes.
  • Fomenta el desarrollo profesional. La formación en liderazgo apoya a los ejecutivos en el diseño y la ejecución de su plan de carrera, identificando sus metas, sus recursos, sus oportunidades y sus desafíos. También les ayuda a adquirir nuevas competencias, a superar obstáculos, a asumir nuevos retos y a evaluar sus resultados. De esta forma, pueden avanzar en su trayectoria profesional y alcanzar el éxito.
  • Aumenta el bienestar personal. La formación en liderazgo ayuda a los ejecutivos a mejorar su equilibrio entre su vida laboral y personal, gestionando su tiempo, su energía y su estrés de forma eficaz. También les ayuda a mejorar sus relaciones interpersonales, a expresar y satisfacer sus necesidades, y a cultivar su autoestima y su felicidad. Así, pueden disfrutar de una mayor calidad de vida y de un mayor sentido de realización.
  • Mejora el rendimiento del equipo y de la organización. La formación en liderazgo permite a los ejecutivos crear un clima de trabajo positivo, donde se fomente la motivación, el compromiso, la confianza, la colaboración y el aprendizaje de los empleados. También les permite establecer una visión, una misión y unos valores compartidos, así como definir y comunicar unos objetivos claros y medibles. De esta manera, pueden mejorar el rendimiento, la productividad y la competitividad del equipo y de la organización.

Habilidades y conocimientos para ser un buen líder

Para ser un buen líder, los ejecutivos deben poseer una serie de habilidades y conocimientos que les permitan ejercer su rol de forma eficaz y eficiente. Algunas de estas habilidades y conocimientos son:

  • Habilidades blandas o soft skills. Son aquellas habilidades relacionadas con el ámbito emocional, social y comunicativo, que facilitan la interacción con los demás y el desarrollo personal. Algunas de las más importantes son la inteligencia emocional, la empatía, la comunicación, la creatividad, la resiliencia, la adaptabilidad, la gestión del tiempo, la gestión del estrés, la negociación, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.
  • Habilidades duras o hard skills. Son aquellas habilidades relacionadas con el ámbito técnico, profesional y específico, que requieren de un aprendizaje formal y que se pueden medir y certificar. Algunas de las más relevantes son la gestión de proyectos, la gestión financiera, la gestión de recursos humanos, la gestión de la calidad, la gestión del cambio, la gestión de la innovación, la gestión del conocimiento, la gestión de la información y la gestión de la tecnología.
  • Conocimientos teóricos y prácticos. Son aquellos conocimientos que se basan en el estudio y la experiencia, y que permiten comprender y aplicar los conceptos, los principios, las teorías y los modelos relacionados con el liderazgo. Algunos de los más relevantes son los tipos de liderazgo, las competencias de liderazgo, los estilos de liderazgo, las funciones de liderazgo, los roles de liderazgo, los niveles de liderazgo, los desafíos de liderazgo y las tendencias de liderazgo.

Tipos de formación en liderazgo y cómo elegir la más adecuada

Existen diferentes tipos de cursos de liderazgo para ejecutivos, que se pueden clasificar según el formato, el contenido, la duración, el nivel, el método y el objetivo. Algunos de los tipos más comunes son:

  • Formación presencial. Es aquella que se realiza en un lugar físico, donde el formador y los participantes interactúan de forma directa y personal. Tiene la ventaja de facilitar la comunicación, la participación y el feedback, así como de crear un ambiente de confianza y de aprendizaje. Sin embargo, tiene el inconveniente de requerir de un desplazamiento, de un horario y de un espacio determinados, lo que puede limitar la flexibilidad y la accesibilidad.
  • Formación online. Es aquella que se realiza a través de una plataforma digital, donde el formador y los participantes se conectan de forma remota y sincrónica o asincrónica. Tiene la ventaja de ofrecer una mayor flexibilidad, accesibilidad y comodidad, así como de aprovechar las ventajas de la tecnología y de la multimedia. Sin embargo, tiene el inconveniente de dificultar la comunicación, la participación y el feedback, así como de generar una menor implicación y motivación.
  • Formación mixta o blended. Es aquella que combina la formación presencial y la formación online, buscando aprovechar lo mejor de cada una. Tiene la ventaja de ofrecer una mayor variedad, personalización y adaptación, así como de favorecer el aprendizaje integral y continuo. Sin embargo, tiene el inconveniente de requerir de una mayor coordinación, planificación y seguimiento, así como de una mayor inversión de tiempo y recursos.
  • Formación teórica. Es aquella que se centra en el estudio y la comprensión de los conceptos, los principios, las teorías y los modelos relacionados con el liderazgo. Tiene la ventaja de proporcionar una base sólida y un marco de referencia, así como de estimular el pensamiento crítico y analítico. Sin embargo, tiene el inconveniente de ser más abstracta y menos aplicable, así como de generar una menor retención y transferencia.
  • Formación práctica. Es aquella que se centra en la aplicación y la experimentación de los conocimientos, las habilidades y las actitudes relacionadas con el liderazgo. Tiene la ventaja de ser más concreta y más relevante, así como de favorecer el aprendizaje vivencial y experiencial. Sin embargo, tiene el inconveniente de ser más limitada y menos generalizable, así como de generar una menor reflexión y conceptualización.
  • Formación experiencial. Es aquella que se basa en el aprendizaje a través de la experiencia, donde el participante se enfrenta a situaciones reales o simuladas que le plantean retos y problemas que debe resolver. Tiene la ventaja de ser más dinámica y más motivadora, así como de fomentar el aprendizaje significativo y activo. Sin embargo, tiene el inconveniente de ser más compleja y más arriesgada, así como de requerir de una mayor supervisión y evaluación.