Hablar de té es pensar inmediatamente en Inglaterra, la realeza, el té a las 5 de la tarde y el meñique levantado. Pero pocos son los que conocen por qué los ingleses le ponen leche al té.
Y claro que vamos a contarte todos los detalles sobre esta exótica tradición, pero antes, para que puedas entenderlo, es necesario que conozcas los detalles que se fueron entrelazando con los años, convirtiendo hoy en día el té con leche en el emblema universal de los ingleses.
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Un poco de la historia del té con leche
Aunque al hablar de té siempre lo relacionamos con los ingleses, lo cierto es que la planta de donde se extrae esta preciada infusión es originaria de Asia, siendo China la primera en llevar a Europa esta deliciosa bebida.
En un principio, solo un comerciante disponía de tan exuberante infusión, lo cual lo convirtió en el distribuidor oficial de los ingleses que querían disfrutar y presumir de haber probado el té.
Para el siglo XVII muy pocos ingleses sabían en realidad la forma correcta de tomar té, así que era común que remojaran las hojas en agua por horas para luego tomar la infusión o que aplicaran las mismas hojas a una base de mermelada que luego untarán sobre las tostadas.
Toma en cuenta que para ese momento solo los aristócratas podían pagar para poder disfrutar de una deliciosa taza de té, debido a que la mezcla importada era considerada un producto de lujo que costaba mucho más que unas pocas libras.
Sin embargo, en menos de 100 años esta bebida dejó de ser exclusiva de la corte y pasó a formar parte de la vida cotidiana de todas las familias inglesas gracias a las exigencias de los reyes Calor II y Catalina Enriqueta de Braganza.
Y fue así como los británicos pasaron de importar 45 kilos de té a traer más de 2 mil toneladas.
Aunque para la época tomar té con leche ya era en sí misma una tradición por costumbre, fue George Orwell quien se tomó el tiempo para documentar el ritual sagrado de tomar té para que tanto británicos como foráneos pudieran preparar esta bebida como la madre tierra lo exigía.
Entre las peticiones más meticulosas que Orwell documentó se encuentran:
- Que el té sea negro.
- Que no sea té de bolsita sino preparado de hojas de té.
- La tetera sea de porcelana y que se caliente antes.
- Que el agua hierva rápidamente.
- La taza donde se sirva el té sea cilíndrica.
- Y bajo ningún concepto añadir azúcar.
Luego de esto, no pasó mucho para que los ingleses además de tomar el té con el desayuno convirtieran en tradición y ley merendar a las 5 de la tarde con una taza de té con leche, ya que esta era la hora dispuesta para recibir visitas.
Causa de que los ingleses le pongan leche al té
Al principio, las cosechas de Camellia Sinensis Assamica, la subespecie que se cosecha en La India, se procesaba hasta convertirse en la versión negra, lo cual eliminaba considerablemente la esencia floral de la infusión, dejándola con el característico sabor malteado y fuerte.
Los ingleses al ver el tono oscuro de la bebida asumieron que debían añadir leche, lo cual se convirtió en tradición y hoy en día se mantiene. Toma en cuenta que en la actualidad, solo en Inglaterra se mantiene la cultura de tomar té con leche.
Beneficios del té con leche
Como ya sabrás, para los ingleses, el verdadero té para acompañar con leche debe ser el té negro, y cuidado con pensar en té de bolsita. No, para ellos debe ser el preparado de hojas de té que puedan añadir a la taza que se van a tomar, lo cual, según ellos, hace permanecer el sabor original de hace tres siglos.
Ahora bien, también es muy cierto que el té por si solo aporta múltiples beneficios al organismo pero, ¿el té con leche también es sano? O ¿le resta propiedades? Según la información obtenida, resulta que el té con leche brinda a tu cuerpo estos beneficios:
- Las propiedades antioxidantes del té se mantienen aun cuando se añade leche, lo cual garantiza que estas ayuden al organismo a eliminar toxinas y prevenir diversos tipos de cáncer.
- Por otro lado, las funciones cardiovasculares se benefician de esta bebida, gracias a la eliminación de grasas de los vasos sanguíneos y regulación de la presión arterial.
- Añadir leche al té incrementa el nivel de calcio que esta bebida aporta al organismo, lo cual se traduce en el fortalecimiento y buena salud de la estructura ósea.
- Además, agregar leche al té ayuda a suavizar su sabor amargo dándole un toque dulzón que resulta más agradable.
- Tomar té con leche por la mañana tiene un efecto saciante lo cual reduce la ansiedad por degustar un tentempié.
- Protege el esmalte dental y previene el desarrollo de afecciones bucales.
¡Ya sabes por qué los ingleses le ponen leche al té! Y es muy sabroso ¿Empezarás a añadirlo a tu día a día?