Sea cual sea el motivo, lo importante es viajar. Estuvimos visitando Negreira hace poco, debido en primero orden a un procedimiento estético y de salud muy necesario, realizado en la mejor Clínica dental en Negreira, la cual, como se esperaba de esos profesionales, fue exitosa (y asequible).
Aunque fue el motivo principal para viajar, también se transformó en la mejor excusa para visitar a uno de los lugares más cautivadores de España, un tesoro escondido que al descubrirlo se transforma en un delicioso hábito.
Porque cuando está visitando Negreira en la provincia de A Coruña, te revitalizas en fe y actitud; muchos alegan y con mucha razón que dicho vigor surge porque esta pintoresca localidad es el punto de partida perfecto para explorar la Ruta de Santiago.
Aquí uno puede maravillarse con el Ponte Maceira, un puente del siglo XIV que cruza el río Tambre y ofrece vistas espectaculares de la naturaleza circundante. Además, esta ciudad es el hogar del más renombrado Centro Sociocultural de toda España, un espacio dedicado a la promoción del arte y la cultura local.
Fuimos mi pareja y yo a realizarnos una mejora en nuestros dientes y terminamos con una doble sonrisa de satisfacción al vivir esta, una experiencia auténtica, llena de belleza natural, patrimonio y tranquilidad, ¡El verdadero tesoro gallego!
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Visitando Negreira
En el tiempo que estuvimos y bajo sugerencias de personas que le conocen, investigación en la red y el apoyo del personal del hotel y residentes, armamos un viaje exprés extremadamente provechoso y vigorizante.
Visitando Negreira uno se llena de esa energía que espera para reforzar su vida luego de cada viaje. Esperamos te guste este itinerario tanto como a nosotros.
Comenzamos…
Como en todo buen viaje en el que se busque aprender tanto como disfrutar, iniciamos el recorrido en los sitios históricos más emblemáticos, siendo el punto de partida la Iglesia de San Julián de Negreira, una iglesia de estilo románico que data del siglo XIII. El complemento histórico religioso fue la visita al Convento de San Francisco, emblemático convento con una rica historia narrada por sus habitantes actuales y finamente descrita en cada uno de sus salones.
Proseguimos nuestro viaje por el Museo do Pobo Galego, el cual está exclusivamente destinado a la promoción y enseñanza de la cultura y tradiciones gallegas. Sorprendente fue nuestra visita a un hito arquitectónico por el que millares de personas cada año está visitando Negreira, la arquitectura caribeña con que fueron construidas las Casas Señoriales del primer tercio del siglo XX, destacadas por su conexión con la naturaleza y su simplicidad.
La productividad social es una constante de sus pobladores, alimentada por la que llaman “su alma”, el Embalse de Sta. Uxía, un lago artificial rodeado de montañas y bosques, ideal para actividades al aire libre y mejoramiento eco sustentable. Todo esto administrado y organizado por el Ayuntamiento de Negreira, lugar que sí vale la pena visitar, ya que ofrecen información y asesoramiento sobre todo lo que vayas visitando Negreira.
Dicho edificio histórico donde reside el poder municipal se llama Pazo de Raxoi, que además de albergar la sede del Ayuntamiento de Santiago de Compostela y la Presidencia de la Xunta de Galicia. Y sí la arquitectura es lo tuyo (como a nosotros), recomendamos conocer el Pazo do Cotón, una gran edificación señorial barroca situada en un entorno idílico cercano al centro de la ciudad.
¿Comida?, bueno, probamos el pulpo a la gallega y las empanadas, porque son infaltables, pero lo mejor de la comida representativa de Galicia, lo probamos en Orixe Gastronomía Galega. Aunque también fuimos al restaurante A Tafona, que ya es más de platillos sofisticados pero con unos postres únicos y que se hacen un delirio de placer.
Y para cerrar este paseo visitando Negreira, te recomendamos un cierre de oro: el Área Recreativa de Cobas, sitio de recreo donde se puede disfrutar de la naturaleza y relajarte con actividades programadas por los lugareños.
